Cultura, tradición y riqueza gastronómica
México es un país lleno de impresionantes ciudades y encantadores pueblitos, su riqueza cultural es tan grande que aún nos sorprende y embelesa. En cada uno de los estados que comprenden a nuestro hermoso país hay lugares que requieren una visita para poder admirar de primera mano como hemos sido forjados a través de la historia; tal es el caso de Oaxaca de Juárez, una de las ciudades más bonitas de México, y una región conocida por su riqueza gastronómica, artística, histórica y arqueológica. Visitar esta bella capital del estado vecino, es sinónimo de admiración, comida y vibrante alegría.

Si bien Oaxaca es una ciudad con muchas calles encantadoras por recorrer, también hay excursiones que nos pueden llevar a descubrir maravillas naturales y ruinas bien conservadas. Pero, para comenzar, nuestra primera parada será el centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sus fachadas de colores y hermoso papel picado que podemos ver flotando en muchos sitios, le dan un toque de celebración que no encontramos en todas partes, asimismo, es un importante destino del arte callejero. Y una de las cosas que debemos de disfrutar al estar ahí, es tomar un tour en bicicleta que nos permitirá descubrir los murales más representativos de la ciudad, el significado que poseen y visitar algunos talleres de artesanos. De igual forma, es una gran manera de adentrarnos a la verdadera cultura que hay en esta pintoresca ciudad.



En pleno centro histórico también se encuentra el Templo y ex convento de Santo Domingo de Guzmán, símbolo de la ciudad. Es reconocido de entre todos los demás por sus agaves rodeando el edificio y, además, se ubica en pleno andador turístico, por lo que su parada es prácticamente obligatoria. Este recinto fue construido por los dominicos en el año de 1551, y, aunque tuvo dificultades para poder ser terminado, hoy es una inspiración del barroco novohispano. A lo largo de su historia, las paredes, que albergan arte y riqueza arquitectónica, fueron utilizadas de diferentes maneras; fue ocupada por el ejército realista e insurgente, por un tiempo fue sede del ejército mexicano y después de su destrucción y remodelación, fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, por lo que actualmente se emplea para celebraciones religiosas.
Ya que estamos en el templo, debemos de realizar un recorrido al Jardín Etnobotánico, ubicado en el recinto del antiguo convento. Este precioso jardín tiene cientos de especies de plantas, todas ellas originarias de Oaxaca, provenientes de diferentes regiones del estado. En sus dos hectáreas de terreno podemos recorrer la gran diversidad de climas, formaciones geológicas y tipos de vegetación que caracterizan a Oaxaca. En los años en que el terreno formaba parte del convento, sirvió como huerto; posteriormente fue usado como canchas deportivas, estacionamiento y demás instalaciones militares; pero, en 1998, se inició con la recuperación del espacio y el diseño de lo que hoy es el jardín Etnobotánico.
También, en pleno centro histórico, encontraremos el Teatro Macedonio Alcalá, uno de los recintos emblemáticos de la ciudad y uno de los teatros más importantes del país. Desde su inauguración, en el año 1909, ha sido un espacio que le ha abierto las puestas a un sinfín de espectáculos culturales y deportivos; conciertos de música y espectáculos de danza; también albergó actos de magia y cine; y, por un tiempo, fue unos de los mejores casinos de la ciudad. El edificio cuenta con tres niveles, un vestíbulo y pisos de mármol, que se conjugan con la elegancia de sus paredes que relucen la decoración Rococó. En su exterior, es una fachada que reluce imponente y bien conservada, además, en las cúpulas que adornan los techos, hay marcos ovalados de grandes figuras como Beethoven, Víctor Hugo, Verdi, Shakespeare y otros grandes símbolos del arte.
Una de las actividades que no debemos perdernos cuando estamos en Oaxaca de Juárez es visitar sus mercados locales, donde encontraremos todo tipo de productos locales, buena comida, ropa, recuerdos y artesanías. Si lo que queremos es comer un platillo tradicional delicioso, debemos de ir al Mercado 20 de noviembre, ahí se ubica el famoso Pasillo de Humo, en este lugar podremos elegir entre diferentes cortes de carne y ver como la asan al momento, el olor que se desprende es asombroso y un gran incentivo para el paladar. A solo unas cuadras se encuentra el Mercado de Artesanías, donde encontraremos los mejores recuerdos hechos por manos de grandes artesanos locales. De igual forma, podemos aprender a cocinar alguna de las delicias oaxaqueñas en cualquiera de sus mercados, una actividad, que, sin duda, resultaría emocionante para cualquier turista.
A tan solo unos minutos en coche del centro histórico de Oaxaca podemos descubrir dos maravillas, una natural y otra arqueológica. Nos referimos al árbol del Tule y Monte Albán. El árbol del tule tiene una altura de 40 metros y un diámetro de 52 metros; una de las características principales de este árbol son sus varias figuras que han aparecido con el tiempo, tales como una cabeza de venado, un elefante, un cocodrilo, entre otros. Se tiende a afirmar que la ubicación de este majestuoso árbol es un sitio sagrado, por lo que varias leyendas florecen en su creación. Pero algo que todos afirman al visitar este maravilloso árbol, es la calma, paz y ambiente tranquilo que lo rodea. Por su parte, Monte Albán es un sitio arqueológico amplio y constituye el centro ceremonial más grande e importante de la cultura zapoteca. Se encuentra sobre un cerro cuya cima fue aplanada por la primera cultura que la habitó en el año 500 a.C. En este sitio se encuentran tres estructuras principales: la Plataforma Sur, El Juego de Pelota Grande y el edificio de los Danzantes.



Como bien conocemos, Oaxaca es un estado donde el Mezcal resalta de entre todas las bebidas, por ello, es imposible hacer un tour por la ciudad y no detenerse en alguno de los bares más populares del centro para poder hacer una cata de diferentes tipos de mezcal. Y si tenemos un poco de tiempo y sobre todo ganas de salir de la ciudad, sería un gran acierto hacer un Mezcal Tour en diferentes palenques de mezcal, donde podremos aprender el proceso de elaboración y fermentación, así como probar bebidas únicas y comprar esta tradicional bebida directamente de los productores. Si somos más de ambientes nocturnos y bares, en el centro de la Oaxaca hay varias terrazas con vistas increíbles desde donde podremos degustar combinaciones de bebidas a base de mezcal con frutas exóticas de la región, un experimento delicioso para el paladar.
La ciudad de Oaxaca de Juárez es rica en gastronomía, pero también en tradiciones y hay una en especial que se distingue del resto por ser la más esperada y la que más turistas recibe, además, es una fiesta llena de color y música en cada esquina. Nos referimos a la Guelaguetza, una tradición que celebra a la Virgen del Carmen, y que engloba magia, tradición, reciprocidad, cultura y unión de todas las regiones del estado. En el marco de esta festividad, se presentan bailes folklóricos, culturales y contiendas deportivas. De igual forma, se hacen representaciones de la leyenda de la princesa Donají, hija del rey zapoteca Cosijoeza y de Principe mixteco “Nucano” .
Oaxaca de Juárez es una de esas ciudades imperdibles que tiene mucho por ofrecernos, ciertamente no pudimos mencionar todo en este espacio, únicamente aquello que es más representativo. Pero, si tenemos la oportunidad de ir, recordemos que Oaxaca requiere de tiempo, energía, y mucho estómago, para poder disfrutar de todo lo que este bello territorio tiene para mostrar.