
Se dice que es el país más occidentalizado de toda Asia y que es uno de los destinos más paradisiacos del mundo. Sumergirse en la cultura de Filipinas a de ser una experiencia inusual, pues es mucho más que herencias españolas y estadounidenses; lo que lo convierte en un verdadero paraíso es la gran diversidad biológica que posee. Es un país donde la gastronomía y el turismo activo son tan importantes como sus costas y sus mares.
El querer descubrir más de Filipinas nos remonta a la historia de su nacimiento. Siglos antes de que la influencia del Occidente se sintiera en Filipinas, la cultura de la India, China y el sureste de Asia había llegado a ese país a través de los primeros colonos. Desde el siglo VIII hasta el XV, las islas Filipinas formaron parte de un gran imperio hindú-malayo gobernado desde Java y Sumatra en las islas vecinas del suroeste. Por lo tanto, cuando los españoles llegaron a las islas, los filipinos habían desarrollado una forma de vida y una cultura distinta. Tenían un calendario, pesos y medidas, un sistema de escritura, algunos elementos de la ley, algunas ideas religiosas que mostraban influencias tanto hindúes como mahometanas, y tenían alguna habilidad en el trabajo del metal, la alfarería y el tejido.
Filipinas fue reclamada en nombre de España en 1521 por Fernando de Magallanes, un explorador portugués que navegaba hacia España, quien nombró al conjunto de islas como Las Felipinas, en honor al rey Felipe II de España. Para la década de 1830, la cultura y el pensamiento español habían penetrado en la cultura filipina. Sin embargo, el 25 de abril de 1898, Estados Unidos declaró la guerra a España y el comandante del Escuadrón Asiático de Estados Unidos, George Dewey, fue enviado a enfrentarse a la armada española en Filipinas. Dewey atacó a la flota española la mañana del 1 de mayo de 1898 desde su buque USS Olympia. La batalla duró solo unas pocas horas y resultó en la destrucción completa de la flota española en la bahía de Manila. Después de que Estados Unidos hubiera adquirido al archipiélago, la Guerra de Independencia de Filipinas comenzó, logrando ser una república independiente hasta 1946.


Filipinas es atractivo tanto por su historia como por sus lugares naturales que parecen haber sido creados por los mismos dioses. Sus playas espectaculares de aguas cristalinas y arena blanca, sus selvas siendo hogar de cientos de animales y de vegetación, son lo que hacen especial a este archipiélago. El Parque Nacional del Río Subterráneo de Puerto Princesa es una de las tantas maravillas de la isla occidental de Palawan. El Parque comprende varios accidentes geográficos, desde llanuras planas y zonas interiores onduladas hasta colinas y picos montañosos. El más impresionante de ellos es el paisaje montañoso de piedra caliza kárstica geológicamente joven de St. Paul Range, que forma parte de una serie de picos redondeados de piedra caliza alineados de norte a sur a lo largo de la costa occidental de Palawan. El río subterráneo tiene un segundo piso, lo que significa que hay cascadas dentro de la cueva. La cueva con forma de catedral incluye importantes formaciones de estalactitas y estalagmitas, y hay varias cámaras grandes de hasta 120 m de ancho y 60 m de alto. El Parque Nacional del Río Subterráneo de Puerto Princesa no solo es uno de los parques nacionales más populares de Filipinas, sino también un Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Entre otras de sus maravillas naturales están las Colinas de Chocolate. A menudo es denominado como una “Octava Maravilla del Mundo”, por brindar un escenario inusual de tonos marrones entre los meses de diciembre y mayo. Curiosamente, nunca se ha registrado el número exacto de colinas de heno, pero se estima que hay entre 1,800 en forma de cúpula. Hay muchas leyendas y mitos urbanos que rodean la formación de las colinas simétricas, al igual que, muchas teorías geográficas. Una de las historias que más llamó mi atención es aquella que involucra a un par de gigantes, que según tuvieron un desacuerdo y lucharon arrojándose enormes rocas unos a otros hasta quedar exhaustos. Una vez que despertaron, olvidaron sus diferencias y se fueron, pero no se molestaron en limpiar. Aunque sería interesante y divertido creer que esto pudiera ser verdad, sabemos que, es más sensato creer en las teorías de los geólogos.


Las Colinas de Chocolate están compuestas de piedra caliza que posteriormente se cubrió con tierra vegetal y pasto. La forma topográfica se produce cuando las capas de roca madre soluble se erosionan lentamente a través de un proceso de disolución. La erosión de las tierras de cultivo que lo acompañan ha formado ríos y cuevas con manantiales subterráneos, lo que contribuye a la forma única de las colinas. En la actualidad, dos de todos los montículos se han convertido en centros turísticos, lo que permite a los visitantes, tanto filipinos como extranjeros, experimentar y disfrutar de la vida en las colinas y no solo mirarlas desde la distancia.
Si hablamos de su arquitectura se debe de mencionar el Cebu Taoist Temple. Ubicado en los suburbios de Beverly Hills en la ciudad de Cebú, el Templo Taoísta de Cebú (traducción en español) es un templo chino que se encuentra a una altura de 110 m sobre el nivel del mar y cuenta con un magnífico panorama del horizonte de la ciudad y las aguas azules. Construido en 1972, el templo de varios niveles y multicolores está decorado con esculturas de dragones y también es una atracción popular en Filipinas a la que se puede llegar a través de tres rutas diferentes. El templo es un santuario del taoísmo y los seguidores son aquellos que adoran y creen en el antiguo filósofo chino Lao Zi. El complejo también alberga una capilla, una biblioteca, una tienda de recuerdos y un pozo de los deseos.


Otro sitio emblemático es Fort San Pedro, una estructura que fungió como defensa militar durante el siglo XVII. Fue construido por los españoles bajo el mando de Miguel López de Legazpi, el primer gobernador de Capitanía General de Filipinas. El fuerte original construido justo después de la llegada de Legaspi y su expedición era de madera. Luego fue reemplazado en el siglo XVII por un fuerte de piedra para repeler a los invasores musulmanes. Fort San Pedro tiene forma triangular, dos lados que dan al mar y el tercero que da a la tierra. Los lados que daban al mar estaban resguardados con cañones y el frente con un fuerte cerco de madera. Sus tres baluartes se denominan “La Concepción” (suroeste), “Ignacio de Loyola” (sureste) y “San Miguel” (noreste). Catorce cañones se instalaron en sus ubicaciones y la mayoría de ellos todavía están allí. Además, una parte del fuerte es un museo que exhibe legados del gobierno español y artefactos españoles conservados como documentos, pinturas y esculturas.
Filipinas tiene influencias culturales y religiosas muy diversas. Pero el encanto se encuentra sobre todo en la belleza de sus paisajes, sus paradisíacas playas y sus fondos marinos. Ya sea para ver sus innumerables paisajes naturales o para experimentar la mezcla de culturas, Filipinas es un destino que se merece el tiempo necesario para revivir hechos de su pasado y para disfrutar de sus tierras exóticas.

