

Una encantadora ciudad que se ha convertido en una de las mejores opciones de Finlandia para pasar el otoño e invierno, pues en todo su esplendor se respira la Navidad. Rovaniemi se encuentra a menos de 10 kilómetros del Círculo Polar Ártico, por lo que puede decirse es uno de los destinos más recónditos y fríos del mundo, pero, sobre todo es considerado como el pueblo de Santa Claus. Cientos de turistas acuden en esta temporada para sentir mucho más el espíritu navideño y con la ilusión de ser espectadores de las coloridas olas de las auroras boreales


Tan pronto como se llega a este maravilloso lugar se puede apreciar la belleza de su vida silvestre y la cálida hospitalidad de sus habitantes. Sin embargo, este encantador destino no siempre fue así, puesto que hubo un tiempo en que quedó devastado por el ejército alemán en la Segunda Guerra Mundial. En la década de 1930, Rovaniemi era una tranquila ciudad comercial de alrededor de 6.000 habitantes hasta que Rusia la invadió en 1939. Los finlandeses lucharon contra sus agresores en la denominada Guerra de invierno para luego aliarse con Alemania para protegerse de nuevas incursiones rusas. Fue entonces cuando los alemanes crearon una base en Rovaniemi, duplicando la población de la ciudad; construyeron un aeródromo, lo que ahora es el “Aeropuerto Oficial de Santa”; y un cuartel, en el que se ubica Santa Claus Village. Cuando la guerra dio un giro contra las potencias del Eje, Rusia pidió a los finlandeses que expulsaran a los alemanes, quienes lo hicieron en octubre de 1944, pero destruyendo hasta el 90% de Rovaniemi. Entre cenizas y casas caías, resurgió con la creatividad del arquitecto Alvar Aalto, enviado por la Asociación de Arquitectos Finlandeses para la reconstrucción de la ciudad en 1945. Ese escenario de desolación se fue transformando en un asombroso destino que ahora es visitado por ser el pueblo natal de Santa Claus.




Para comenzar una experiencia extraordinaria en la provincia más septentrional de Finlandia, primero se debe de hospedar en un lugar confortable, pero que también pueda brindar una experiencia sinigual. El Arctic SnowHotel & Glass Igloos es, sin duda, el complejo hotelero más atractivo de la zona, pues ofrece a sus huéspedes habitaciones, un restaurante, bar y hasta una capilla talladas en nieve y hielo. Las paredes y las superficies de los muebles de las habitaciones exclusivas están decoradas con arte en hielo y obras de arte iluminadas. La temperatura ambiente es de 0–5 ° C, pero brindan a sus huéspedes unos sacos de dormir diseñados para condiciones extremas. Pero si se quiere vivir una experiencia menos extrema, también están los iglús con techo de cristal que brindan la oportunidad de dormir bajo el cielo estrellado y la aurora boreal. Una vez hospedándose por la región, es imprescindible ir a visitar a Santa a su casa y oficina de trabajo en Santa Claus Village, un lugar que permite visitar a este personaje que sin descanso trabaja para que el 24 de diciembre pueda llegar a muchos hogares con regalos. El parque alberga hoteles con encanto, restaurantes, tiendas y una Oficina Postal donde llegan las cartas de los niños de todo el mundo. Además, se pueden ver algunos renos; recibir un certificado por cruzar el círculo polar ártico que está marcado por una línea; visitar a la encantadora Sra. Santa Claus y hacerse una foto de recuerdo con ella; dar un paseo con huskies, entre muchas otras actividades.
Otro de los sitios que no podemos dejar de visitar es el Arktikum, un museo y centro de ciencias que se caracteriza por invitar a conocer más de la cultura popular de la región. Arktikum se encuentra a orillas del río Ounasjoki en la intersección de dos carreteras principales que salen del centro de Rovaniemi. Lo más peculiar de su diseño es su túnel de vidrio que permite apreciar el cielo mientras se disfruta de un recorrido por las salas de exhibición que se centran en la flora y fauna del Ártico, así como en los pueblos de la Europa ártica, Asia y América del Norte. El nivel de información es muy impresionante; este es realmente un lugar para aprender sobre los entornos únicos del norte, y hay una excelente biblioteca de investigación. También hay exhibiciones de canoas, viviendas, materiales de pesca y trajes de varios pueblos del norte, así como una sala dedicada a la historia de Rovaniemi. Una maqueta muestra la destrucción provocada por los alemanes. También hay un teatro multivisión y un buen restaurante. Si se desea seguir aprendiendo de la cultura de lugar se debe de ir a Korundi, donde realizan visitas guiadas a exposiciones sobre el arte contemporáneo finlandés e internacional, así como diversos talleres de pintura.

Si se busca una adrenalina en el norte se debe de ir al Skiing Ounasvaara, un centro que se encuentra en la ladera norte de Ounasvaara, que corresponde a una pequeña montaña, donde se puede practicar snowboard, esquiar o simplemente disfrutar de un relajado centro invernal internacional. Las pistas de la estación de esquí son adecuadas tanto para principiantes como para esquiadores más exigentes. Para aquellos que prueben el deporte por primera vez, está disponible Rendi Park, donde el aprendizaje de los conceptos básicos del esquí se lleva a cabo de forma segura en su propia área de pistas de entrenamiento, que está separada de otras pistas por nieve afelpada. Ounasvaara se eleva a más de 200 metros sobre el nivel del mar. La diferencia de altitud máxima (HD) de 140 metros está en la pista de carrera FIS. Las pendientes de diferentes niveles tienen principalmente de 500 a 600 metros de largo. Sin embargo, la pendiente más larga tiene aproximadamente 1,5 km de largo y una pendiente de transición muy fácil en Tottoraka. Hay diversos y variados espacios en las pistas, desde principiantes hasta profesionales. Además de las pistas marcadas y restauradas en Tottoraka, también hay áreas de descenso de Freeride y Treeride, que son populares entre muchos esquiadores de la ciudad. Ounsvaara ha aprendido de atletas exitosos como Antti Autti, Kalle Palander y Tanja Poutiainen.
Rovaniemi es la magia pura de la Navidad, por algo lleva el sobrenombre como el “pueblo natal de Santa Claus”. En lo personal, no dudaría en visitar este increíble destino, sobre todo porque nos adentra mucho más a las tradiciones navideñas, pero desde un ángulo especial y único; porque a pesar de que en casi todo el mundo se celebran las fechas decembrinas, no tienen el toque que Rovaniemi le da con su naturaleza, arquitectura y por estar muy cerca del Polo Norte.
