
Si tuvieras dolor de cabeza, irías al médico y le dirías: Tengo un problema, ¿pero no quiero pensar en ello lo suficiente como para darme cuenta de lo que es? ¡No sé qué me pasa! No sé si es un dolor de cabeza, de estómago, de nariz o de uña encarnada.
Nunca harías eso cuando buscas curación física, ¿verdad? Entonces, ¿por qué hacemos esto tan a menudo cuando buscamos la sanidad interior? Sabemos que hay un problema, una herida, pero no queremos ni siquiera echar un vistazo a nuestro pasado para averiguar qué es lo que realmente está mal. Si vas a recibir sanidad en una herida emocional primero necesitas ser honesto contigo mismo y con lo que ha pasado.
¿Qué cosas has hecho que lamentas profundamente? Haz una lista de las cosas que todavía, hasta el día de hoy, te arrepientes de haber hecho. Si tienes sentimientos de auto-odio y auto-perdón, entonces necesitas ser honesto y descubrir las heridas internas por las que estás padeciendo. Es vital que llegues hasta las raíces y expongas las razones específicas por las que hay heridas que aún no han sanado. Las heridas emocionales como las infecciones naturales se pudren y empeoran cuando no son tratadas, por ello es importante tratarlas a tiempo para que no puedan pudrirse. Sin recibir un tratamiento en estas heridas de la mente y las emociones entonces sólo estás impidiendo que se produzcan sanidad en tu corazón y en tu alma.

Claves para la sanidad interior:
1. Resolver sentimientos de culpa.
2. Abrir las heridas expresándolas.
3. Desarrollar una actitud agradecida, ya que cada herida forja tu carácter y te da una identidad fortalecida.
4. Dejar el temor.
5. Enfocarte en la solución y no en el problema.
Es importante que te asegures de que te has perdonado y de que te amas. Si continúas caminando por ahí golpeándote como si no hubieras sido perdonado, entonces estás negando la oportunidad a sanar. Muchas veces, aquellos que tienen heridas emocionales están en esclavitud a la culpa y a la condenación; y llegar a la realización de que sus errores pueden ser perdonados es quizás una de las llaves más poderosas para recibir sanidad interior.
Una cosa útil es encontrar a alguien con quien hablar sobre tu problema, pero sobre todo que te sea empático y escucharte sin emitir juicios. Hay un tremendo poder sanador en compartirlo con un familiar, pareja o profesional para ayudarte, y no para perjudicarte. La sanidad comienza con una buena salud emocional.

JOSÉ DELGADO
PSICÓLOGO CLÍNICO
LIFE COACH Y PSICOTERAPIA
Tel. 961 255 6287