martes, septiembre 26, 2023
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    LA FUERZA DEL GUERRERO

    Virabhadrasana (etimológicamente, Vira = héroe, bhadra = amigo) o postura del guerrero, es un asana que celebra las proezas de un legendario guerrero mítico hindú creado por el Dios Shiva, para vengar la muerte de su esposa. Virabhadra realiza tres actos de ataque en esta historia de amor trágico, conocidos como posturas del guerrero uno, dos y tres.

    Hablar de batallas y guerreros en yoga tal vez suene algo ilógico, ya que cuando escuchamos yoga inmediatamente pensamos en la paz, tranquilidad, armonía, equilibrio y sanación que esta disciplina nos brinda, sin embargo, para llegar a disfrutar de todos estos beneficios tenemos que comenzar por conocernos, a desprendernos de hábitos y costumbres que no son precisamente buenos para el cuerpo, mente y alma; es ahí donde debemos de ser nosotros mismos, sacando a nuestro guerrero espiritual para librar las batallas de nuestro día a día contra el ego que no nos deja avanzar.

    Las asanas (posturas) ayudan a tonificar, generan firmeza, salud y ligereza del cuerpo. Hablando específicamente en los guerreros, son posturas muy desafiantes que cuando se realizan de manera estable se están ejercitando la fuerza, coordinación y movilidad. Desde un punto de vista mental esta desafiante postura requiere toda tu atención, concentración, fuerza y resistencia, logrando así gestionar las fluctuaciones de la mente y a no distraerte por los miles de pensamientos que la ocupan, así como a encontrar la paz.

    VIRABHADRASANA I.

    Primer acto. La llegada de Virabhadra abriéndose camino bajo la tierra con los brazos hacia arriba levantando la espada. Destruye tu ego, descubriendo tu fuerza y poder en tu vida diaria.

    Técnica: con una postura erguida se lleva una pierna estirada hacia atrás, dejando el pie apoyado en vertical o diagonal, mientras que la rodilla de la pierna que queda adelante lentamente se va doblando hasta formar un ángulo de casi 90 grados, teniendo en cuenta que la rodilla debe formar una línea con el tobillo. La cadera siempre apunta hacia delante. Levanta ambos brazos hasta que estén en línea con las orejas y paralelos entre sí (los codos deben estar rectos).

    Beneficios: relaja la musculatura de los hombros y del cuello; distiende los músculos del tórax; moviliza la espina torácica; fortalece los brazos, hombros y el torso; y moviliza y distiende las caderas.

    VIRABHADRASANA II.

    Segundo acto. Virabhadra fijando su atención en cada uno de sus objetivos.

    Técnica: con una parada erguida separa las piernas extendiendo ambos brazos, después gira el pie derecho hacia adentro en punta y el izquierdo hacia afuera, describiendo un ángulo de 45 grados. La rodilla delantera debe de describir un ángulo de 90 grados y estar alineada con el tobillo. La parte superior del cuerpo tiene que estar centrada sobre las caderas y apuntando hacia el lado. El ombligo tiende hacia la columna vertebral, mientras la parte baja de la espalda se mantiene estirada y el suelo pélvico activo. Los hombros deben estar relajados y los brazos estirados a la misma altura. Realiza la postura por ambos lados.

    Beneficios: fortalece los músculos de la espalda y alivia el dolor de esta, del lumbago y de la ciática; tonifica los músculos abdominales y cuádriceps; fortalece brazos y hombros; abre los hombros, el pecho y los pulmones; ejercita la musculatura del torso; distiende las caderas y los muslos; fortalece la vejiga y corrige un útero desplazado; y libera la acidez y mejora la digestión.

    VIRABHADRASANA III.

    Representa el momento en que Virabhadrasana se mueve con sutileza. Junta ambas espadas y decapita a Daksha. Virabhadra no es un simple guerrero sediento de lucha y venganza, es un acto de destrucción del ego para poder crear. La cabeza de Daksha representa el ego y este acto nos recuerda que somos simples seres humanos en evolución continua.

    Técnica: colócate en la postura de la montaña con los pies separados a lo ancho de las caderas y con los brazos a los lados. Después levanta los brazos como en el Guerrero I, por encima de la cabeza y las palmas de las manos enfrentadas. Apoya el peso en el pie izquierdo y, poco a poco, levanta la pierna derecha al mismo tiempo que bajas el torso para que acabe paralelo al suelo. La pierna de apoyo debe estar estirada, pero la rodilla no completamente. El pie de la pierna estirada debe estar flexionado y la cadera recta, mientras que la espalda y pierna dibujan una línea recta. Estira todo tu cuerpo y concéntrate en la respiración para mantener el equilibrio.

    Beneficios: ejercita los pies, las piernas y el torso; fortalece los brazos y los hombros; mejora la coordinación intramuscular y el equilibrio.

    Virabhadrasana es un potente estiramiento que aumenta la confianza, favorece a la autoestima, y combate el nerviosismo y la fatiga. El primer principio es ir de lo sencillo a lo complejo, por ello mi recomendación es que comiences practicando cuantas veces sea necesario el Guerrero I, e ir avanzando. Tu práctica de yoga va a permitir desarrollar la senda de cambio y transformación; es esencial avanzar progresivamente, es decir, ir de acciones simples a complejas, aceptando donde nos encontramos en el momento presente de practicar.

    ALEJANDRA ROCHA ROSALES

    alejandrarocharosales@gmail.com
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    Cel. 961 143 2567

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