
Muchas veces nos hemos encontrado en el dilema de hacer o no hacer algo, e incluso hemos tenido que elegir entre callar algo o decirlo. Situaciones en las que hemos escuchado ese consejo cursi que dice: “Escucha a tu corazón”. Son palabras sabias, pero hay que tener cuidado al ejecutarlas porque el corazón es como el yin y el yang, tiene luz y sombra. Si escuchamos a la parte herida y no a la parte sana, nuestra toma de decisiones se ve afectada y los resultados no serán para nada buenos.
¿Cuántas veces te has arrepentido de haber tomado una decisión? Muchas veces creemos que la decisión que elegimos es la única opción o la mejor; en otras ocasiones sentimos certeza al decidir, pero sólo nos estamos dejando llevar por la emoción de un momento, y aunque lo que se sienta sea muy agradable como el enamoramiento, podemos precipitarnos y elegir algo que únicamente nos traerá sufrimiento. En muchos otros momentos tomamos decisiones sin considerar la manera en que esta influirá en las demás personas involucradas, usando frases como: “¡A ver qué pasa!”, y afectando de manera injusta la vida y emociones de estas; se termina experimentando con otros.


Si te encuentras en un dilema o quieres saber qué hacer en alguna situación, puedes hacer lo siguiente:
•Identifica qué hay en la parte herida de tu corazón, puede ser dolor, tristeza, ira, frustración, ansiedad, impotencia, vergüenza, etc. Generalmente, hay más de una emoción involucrada.
•Analiza qué quieres lograr con lo que decidas hacer. No sólo se trata de lo que te motiva, sino del propósito de tus acciones.
•Considera diferentes alternativas y panoramas. Eso implica prever las consecuencias.
•Hazte la siguiente pregunta: ¿Estaré en paz con mi decisión pase lo que pase? Porque no vale la pena vivir con culpas.
•Escucha la parte sana de tu corazón, en la que hay amor, paz, seguridad, fortaleza y bondad, ya que esto te servirá como botón de emergencia en caso de que tu decisión no sea la correcta.
Hay situaciones en las que no tenemos mucho tiempo para tomar una decisión, pero a medida que vayas practicando los pasos anteriores adquirirás experiencia. La toma de decisiones no es una tarea fácil para muchos y a veces la vida nos pone encrucijadas, así que si este es tu caso acude a psicoterapia. Asegúrate de aprender los pasos anteriores para que tu historia no esté llena de arrepentimientos, sino de satisfacciones. Es cierto que, al ser seres humanos, seremos dañados y dañaremos a otros con o sin intención, pero al ser seres sociales somos responsables de nuestro propio bienestar y de que nuestras acciones no sólo eviten dañar a los demás, sino que sean de provecho. Por experiencia propia y por las historias que me han compartido mis pacientes, he aprendido muchas cosas y hoy te quiero compartir una de ellas a través de la siguiente frase.
“Sana más rápido un corazón roto que una conciencia atormentada”.


Mtra. Selene Camas Damián, Psicoterapeuta
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