
1ro. De agosto Día Mundial de la Alegría.
¿Para qué sirve la alegría?
La alegría es una emoción agradable y expansiva, que se dirige hacia fuera, que irradia e incluso contagia al que está en relación con ella. Estar alegres nos provee de una actitud abierta, activa, curiosa ante el mundo y que busca vincularse con el otro. Los tiempos en que vivimos han provocado que cada vez está emoción sea menor, cediéndole poco a poco más terreno a las emociones negativas como el miedo, la ira, la tristeza, la ansiedad, etc., permitiéndoles incluso que se queden permanentemente produciendo en nosotros malestar psicológico, desagrado y hasta enfermedades.
Aunque por nuestra naturaleza las emociones básicas tanto positivas como negativas son innatas y cumplen con una función, lo ideal es que las positivas predominen y la alegría sirva en mayor medida para crear vínculos en nuestras relaciones, y condición indispensable para nuestro bienestar y desarrollo. ¿Pero cómo podemos y qué debemos hacer para lograr que la alegría sea constante y predomine en nuestras vidas? Primero debemos de tener muy claro que las emociones no son permanentes, ya que desde que nos levantamos y a lo largo del día estamos expuestos a situaciones no previstas, donde el cerebro y el cuerpo reaccionan generando un sentimiento o una emoción, por lo que debemos de aprender a saber qué hacer y cómo canalizarlos con lo que diariamente convivimos.
Una manera de estar consciente y canalizar las emociones es haciendo yoga.
Practicar yoga va más allá de lo llamativo, lo bonito y lo estético en cada asana (postura) y en cada movimiento; al ejercer esta disciplina aumentamos la conciencia de nuestro cuerpo, reducimos los niveles de cortisol (hormona relacionada con el estrés), aliviamos la tensión acumulada tanto muscular como emocional, promovemos la salud del sistema nervioso, cardiovascular y musculoesquelético, y generamos cambios en la amígdala cerebral, la cual nos ayuda a controlar la ansiedad.
Al enfocar la mente aprendemos a estar más presentes y a conectar de una forma más genuina y significativa con nuestro ser; esta actividad nos ayuda en el aumento de endorfinas (responsables de hacernos sentir felices), oxitocina, dopamina y serotonina. El yoga genera cambios en nuestro cuerpo, tanto físico como mental, por lo que practicarla a diario te ayudará a revitalizar tu mente y dará espacio a una alegría plena, logrando autenticidad y mayor plenitud.
“Un pensamiento de alegría crea, por simpatía, otro pensamiento de alegría en otros”.
― Swami Sivananda ―

Alejandra Rocha Rosales
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