“Fluir con la vida” es una frase bonita, pero que trabajo nos cuesta ponerla en práctica. Nos es muy difícil dejarnos fluir, dado que constantemente intentamos controlarlo todo, como a nuestra pareja, nuestras emociones, el tiempo, entre otros aspectos de la vida. ¿Cuánto tiempo llevas intentando controlar la vida? ¿Te has dado cuenta de que esa forma de vivir no te aporta paz ni felicidad?
Para mí no tiene sentido que se nos regalen experiencias de vida dichosas, cuando las vamos a vivir con miedo e intentando controlarlas. No estás aquí para controlar nada; así que suelta, confía y fluye. Hace un tiempo me planteé una cuestión: «tiene que haber otra forma de vivir que no sea rechazando continuamente aquello que ocurre en mi vida y queriendo que sea de otra manera…» Estaba agotado de luchar, de ir siempre a contracorriente, por lo que al detenerme y analizar la situación pude ver que el problema no era mi vida, sino mis millones de interpretaciones personales y las expectativas que tenía acerca de cómo tenía que ser la vida. Ahí la vida me hizo una pregunta: ¿Estás dispuesto a asumir tu ignorancia y ser feliz? Comencé a observar toda mi arrogancia y todas mis creencias acerca de la vida para poder reconocerlas y soltarlas, y para aceptar que es como el “aquí y ahora”.
Con el paso del tiempo me he ido dando cuenta que aferrarme a mi punto de vista y a que las cosas sean de una manera determinada es aferrarme al sufrimiento. Probablemente, tú también hayas pasado por situaciones como esas, por lo que te invito a reflexionar conmigo. En muchas ocasiones pensamos que sabemos más que la propia vida, y que las cosas tienen que ser como queremos que sean. No tiene sentido, ¿verdad? No sé si todavía no te has dado cuenta, pero la vida es como es, no cómo tú quieres que sea, ya que eso de que todo tiene su propósito y de que todo pasa por algo tienen mucha verdad. Es curioso como muchos pensamientos no están alineados con la vida, es decir, son pensamientos que se oponen a lo que ya es, yo los llamo “pensamientos basura” porque no aportan absolutamente nada y no son creativos, sino destructivos. A esta cuestión les propongo dos acciones:
1.Le pongo conciencia, observo la inutilidad de esos pensamientos y simplemente los dejó ir y no les doy poder.
2. Me identifico con ellos y me los creo. Lo cual me generará un sufrimiento brutal.
La elección depende de cada uno. En mi caso sólo quiero estar en paz y ser feliz, así que cuando me viene un pensamiento basura, lo miro y lo dejo ir. Te invito a dejar de luchar con la vida y a dejar de intentar cambiarla; a aprender de todas y cada una de las situaciones que te pone enfrente, sin establecer juicios ni etiquetas, simplemente confiando en que todo es como debe ser. Aunque en un principio no lo puedas ver, al final, todo obra para tu mayor bien. Confía y camina siempre con amor. Hay una inteligencia superior (llamado ser, Dios, Universo, amor o vida) que siempre está contigo y cuida de ti. No tienes que hacer nada, sino más bien dejar de interferir.
Suelta el timón, y vive el presente con los ojos y la inocencia de un niño pequeño.
JOSÉ DELGADO
PSICÓLOGO CLÍNICO
LIFE COACH Y PSICOTERAPIA
Tel. 961 255 6287
