Las emociones pueden ser nuestras mejores aliadas para nuestro equilibrio emocional.
Al referirme a las emociones, no sólo hago énfasis a las positivas sino también a aquellas como la culpa, ansiedad, depresión e incertidumbre; sentimientos que se generan de la soledad o de los problemas de pareja, que se presentan ante cada persona y que logran el malestar en nuestra vida.
Para promover el equilibrio pueden ayudar el ejercicio o las actividades familiares, sin embargo, en ocasiones no basta, por lo que debemos de proceder con las claves importantes para ayudar a mejorar nuestra salud mental, porque si no las atendemos pueden quedar instaladas en estados emocionales negativos de manera constante y en algún momento quedarse de manera permanente.
Daniel Goleman, creador del libro Inteligencia Emocional menciona que en muchas ocasiones podemos creer que lo mejor es controlar las emociones, pero no es así, en la mayoría de las veces no tomamos conciencia ni siquiera de qué emoción es la que nos embarga, por ello hay que saber que lo más importante es conocerla y saberla canalizar, ya que no existen emociones malas, al contrario, todas son buenas porque nos ayudan a la sobrevivencia personal (mientras las canalicemos adecuadamente).

Unas de las claves es el darnos cuenta que estamos mal, tomarnos un respiro para saber qué es lo que necesitamos en ese momento de nuestra vida, no invalidar cualquier pensamiento o sensación que sintamos, o cualquier lenguaje del cuerpo que se manifieste. No es necesario sentirnos diferentes a las demás personas, cada una es diferente y necesita cosas diferentes. La identificación de la necesidad es importante para poder satisfacerla, pero para que esto ocurra debemos hacerlo necesario en el presente del “aquí y en el ahora”; cuando lo vivas verdaderamente se generará una paz interna, puesto que el pasado sólo quedará en la mente y verás al futuro incierto.
LA CANALIZACIÓN DE ESTA NECESIDAD JUNTO CON LA ACEPTACIÓN DE LO QUE ESTAMOS EXPERIMENTANDO NOS LLEVARÁ DÍA A DÍA A UN SENTIMIENTO DE BIENESTAR.
Creo necesario decir que podemos quedarnos en el malestar constante o convertir el momento como motor de vida, pero para que esto último suceda tenemos que reconocer la sensación y canalizarlo de la manera más sencilla. Los seres humanos tenemos infinidad de recursos personales que podemos utilizar para la canalización del sentimiento, de la emoción o pensamiento que nos aqueja. Un ejemplo de ello podría ser el escribir en dos columnas: “¿Qué puedo controlar y cambiar? y ¿qué no está en mi hacerlo? Este ejercicio te ayudará y abrirá una ventana en la que entenderás que la vida tiene su propio fluir, que necesitamos acomodarnos a ese fluir, y si verdaderamente está en tus posibilidades cambiarla.
Cuando aprendemos a reconocer la emoción que nos inquieta tratamos de canalizarla y nos damos cuenta de qué si podemos controlar y qué no, comenzamos a tener un autocuidado, y por lo tanto nuestro autoconcepto se eleva. De esta manera podremos a medida de las posibilidades llevar una vida con más fuerza, con más alegría y podremos entonces decir: SÍ A LA VIDA COMO ES.

Gladys Elena Bonifaz Cordero, Sexóloga Humanista.
Terapeuta de Contención
Consteladora Familiar Cuántica Formada por el Instituto
Brigitte Champetier de Rive.
Tel: 961 242 4872