A sólo 30 minutos de la capital chiapaneca se encontraba Campiñas del Carmen Country Club, un proyecto que representaba un gran progreso económico y turístico para el estado de Chiapas, pero que tuvo que cerrar sus puertas en el año 2011. El campo de golf fue puesto en marcha por el Lic. José Eugenio Solórzano Paniagua, quien dedicó veintisiete años de su vida para ver ascender a su proyecto en la lista de atracciones de nuestra capital. Él anhelaba crear el espacio ideal para los aficionados del golf y para fomentar en la población chiapaneca esta actividad deportiva.
Increíbles paisajes
Campiñas del Carmen Country Club fue un lugar diferente a los otros campos construidos en el estado, dada su amplitud y estilo en su infraestructura. Abarcaba 70 hectáreas de terrenos, los cuales estaban divididos en 18 hectáreas de campo y 52 hectáreas que eran destinadas para la construcción de un fraccionamiento de primera; contaba con más de doce mil árboles frutales (mango, lichi y naranja) a su alrededor; y con dos lagos preciosos que servían de obstáculos para los hoyos del campo, en uno de ellos se podía pescar y ver a un pequeño lagarto. Asimismo, tenía a disposición de sus visitantes canchas de Tenis, un salón de eventos, palapas con alberca y el parque recreativo “Carmita Grajales” en honor a su esposa. En el diseño y construcción de este escenario también colaboró su segundo hijo, Miguel de Jesús Solórzano Grajales.
Este campo fue la sede de diversos torneos de golf nacionales de prestigio como el Torneo de Golf Corona, asimismo fue el escenario de la premiación del VII Torneo Kasinka Open Campiñas Club Country y Club Campestre. Diversas organizaciones deportivas determinaban a Campiñas del Carmen Country Club como el éxito del estado.
Representaba una gran oportunidad para incrementar el turismo en Chiapas, puesto que ahí se pretendía establecer el Hotel Camino Real, la construcción de casas, entre otros proyectos importantes. Desafortunadamente, en el año 2011, Campiñas del Carmen Country Club no continuó debido a que el gobierno de Juan Sabines Guerrero (2006-2012) no cumplió con la construcción del libramiento que se había planteado anteriormente, además de haber aprobado el establecimiento de la Antorcha Campesina junto a las instalaciones del club.
En ese mismo año, el Lic. Solórzano decidió dejar a un lado Campiñas Country Club para dar inicio a la edificación de Un Pedazo de Cielo, el cual representa la cultura de Chiapas en pinturas, monumentos, áreas recreativas y zonas ecológicas. En este mismo se encuentra la Galería Carmita, un espacio donde presenta las obras de arte de su amada esposa, Carmita Grajales Aguilar, quien se distinguía por ser una excelente pintora.
El Lic. Solórzano desea compartir con ustedes lo que fue y todos los buenos momentos que transcurrió en lo que él llama “un paraíso”.
Cabe destacar que la pasión por el deporte del Lic. Solórzano creó en su hijo Miguel de Jesús Solórzano Grajales, el gusto por el golf, al punto de motivarlo a participar en diversos torneos. Con tan solo diez años de edad, Miguel logró ser campeón del 53 Torneo Nacional de Golf Infantil- juvenil, que se organizó en Guadalajara, Jalisco. Tras su triunfo fue seleccionado para representar a Chiapas y México, en el Junior World Golf Championship, efectuado en San Diego, California.
La afición del Lic. Solórzano por el deporte haría que tiempo después, él junto a sus hijos comenzaran el maravilloso proyecto de Campiñas del Carmen Country Club.
