
Empresaria de éxito.
CÓMO EMPRENDER Y NO QUEDAR EN EL INTENTO.
Hay pequeños negocios que abren, mal viven unos meses y cierran. Esto lo hemos visto muchas veces y salen muchas historias muy parecidas: personas y familias que piensan que su única opción para salir de su desesperación es emprender como sea. Emprender es algo hermoso, pero muy complejo y condenado al fracaso si no se aseguran unas mínimas condiciones para su viabilidad. En esta ocasión les compartiré consejos de cómo ser emprendedores, esperando que sea de su ayuda.
1.- Haz un plan de negocios: El simple deseo de iniciar un negocio no es un argumento suficiente para emprender. Cada proyecto empresarial requiere una ruta que lo lleve a un puerto seguro.
“No puedes iniciar una empresa o mejorarla si no tienes un plan de negocio”, dice Zonana.
La recomendación es elaborar un documento en el que establezcas un análisis del mercado en el que competirás, el cual debe tomar en cuenta la posición que ocupa la competencia, así como un mapa de aspectos legales y fiscales que debes de cumplir.
Podemos conocer a personas que no se habrían planteado en la vida llevar a cabo un negocio propio; o personas que sin vocación emprendedora ni formación empresarial se ven abocados a dar una solución viable a su familia, y que de alguna manera también han tenido éxito. Los felicitamos porque de esa forma van sobreviviendo y avanzando en el negocio de las experiencias. Vamos a mencionar que si tenemos mucha más información y las aplicamos en los negocios de alguna manera vas aprendiendo y se nos facilitará más llegar al éxito empresarial.
2.- Emprende innovando: Las empresas deben de ofrecer productos y servicios innovadores, es decir, que lleguen al público de múltiples maneras no convencionales dentro del mercado. En otras palabras, ofrecerle algo diferente al consumidor.
Innovar es sustancialmente crítico para sobrevivir en entornos saturados y complejos. Y la energía que hace que una organización innove es la voluntad emprendedora de sus miembros. Innovar requiere espíritu emprendedor. La innovación no es una operativa rutinaria, es una transformación del status quo que requiere de “aventureros” dispuestos a ponerlo todo en cuestión. Por lo tanto, la economía de un país, de una ciudad y de una empresa requiere un enfoque constante y decidido hacia la innovación; y la innovación no es posible sin emprendedores. Por lo tanto, si queremos disponer en las próximas décadas de una economía viable, debemos tener a miles de profesionales dispuestos a emprender para innovar.
En breve: la crisis ha demostrado que nadie tiene garantizada la supervivencia si no está dispuesto a adaptarse al cambio. Nadie podrá sobrevivir si no es capaz de poner energía en emprender. Sobrevivir y progresar implica innovar.
a). – ¿Qué es lo que vas a vender? ¿Cuál es el producto o servicio que ofrecerás?
¿Qué es exactamente lo que vas a vender? ¿Cuál es tu competencia y qué aportarás tú, que ellos no estén haciendo y sea valorado por los clientes? La respuesta a esta pregunta tiene que estar explicada desde la necesidad que la competencia no cubre y por lo tanto está insatisfecha.
b). – ¿Qué necesitas saber para poder vender ese producto o servicio?
No vale todo, ni se construye por intuición. Para dar un buen servicio o crear un buen producto necesitamos conocimiento sobre el tema. Definido lo que vamos a vender debemos planificar su sistema de producción o prestación del servicio. ¿Qué necesito saber y cómo adquiero esa formación? No conocer lo que se vende lleva a no adecuar lo que ofertamos con lo que nuestros clientes necesitan.


c). – ¿Cuánto necesitas invertir para ponerlo en marcha?
Cualquier empresario asume un riesgo que irá viendo remunerado conforme se consolida la empresa en el mercado. El primer riesgo se asume con la inversión inicial.
¿Qué maquinaria, instalaciones, formación y publicidad debo de realizar el día que abra mi negocio? Mucho cuidado con dos partidas que no suelen tenerse en cuenta y se deben prever como una dotación de capital inicial:
–Las pérdidas durante el primer período, puede ser con facilidad más de un año hasta que mi negocio sea rentable.
-El sueldo que llevaré a mi casa ¿Cuánto y desde cuándo?
d). – ¿Cómo vas a financiar esa inversión inicial?
Hay diferentes maneras de cubrirla: la capitalización del paro, préstamos bancarios, compartiendo con inversores mi negocio o subvenciones. Los préstamos bancarios son caros y obligan a aportar unas garantías, que en muchas ocasiones son doble del valor que solicitamos. Compartir la inversión elimina la deuda, pero te obliga a compartir el poder, las decisiones importantes y el beneficio del negocio. Las subvenciones serán siempre bienvenidas, pero construir contando con ellas no es realista; estas pueden no ser concedidas o incluso habiéndolo no se puede disponer de ellas hasta en años. Aportar nuestro trabajo sin cobrar es una buena forma de invertir sin endeudarse con terceros, dependerá si te lo puedes permitir y cuánto tiempo. Elegiremos una u otra o incluso una combinación de ellas en función a la inversión a realizar y de la capacidad de asumir riesgos desde nuestra estructura familiar.
e). – ¿Cuánto vas a vender?
Es la pregunta del millón. Los estudios de mercado vienen a ayudar a dar respuesta a esta pregunta. Sin embargo, difícilmente una persona que busca establecerse como autónomo realizará uno de estos estudios por su elevado coste. La pregunta debe de ser contestada, y no desde la intuición o los comentarios de amigos. Recabar datos demográficos, de consumo, del sector, del negocio, del territorio e incluso información de personas que en otros territorios tengan negocios similares al que vamos a montar, son formas de acercarnos a la información que se necesita.
Los costos mensuales de nuestro negocio nos han de permitir saber qué cuantía hemos de facturar mínimo para no perder. Esa cifra se convierte en un reto de venta y si, además, la información recabada nos indica que hay suficiente mercado tendremos una respuesta a la pregunta sobre la venta.
f). – ¿Cómo consigues esa venta?
Poner en marcha un negocio y alcanzar las ventas que nos permitan llegar a tener los resultados económicos buscados exige una planificación. ¿Qué vas a hacer para vender la cifra necesaria? No es suficiente abrir la persiana de un negocio cada mañana para vender, lo que necesitamos es buscar a nuestros clientes. Un plan de ventas, el plan de marketing de
las medianas y grandes empresas, debe indicarnos qué vamos a tener qué hacer para conseguir el volumen de ventas. La publicidad, la distribución, el producto en calidad y precio se definen para llevar a la calle una oferta atractiva. La actividad de venta tiene unos gastos propios que debemos considerar como lo hacemos con los de suministros o el sueldo.


g). – ¿Con quién me junto para abrir el negocio?
Los socios son un elemento de potencia para emprender, pero a la vez una de las primeras causas de cierre de los negocios. Cuando uno está soñando con lo que será y confía en este futuro no suele encontrar desencuentro con las personas socias. Cuando se pone difícil, cuando la previsión no se ha cumplido, cuando hay qué respaldar el negocio con los bienes particulares, cuando las pérdidas aparecen o cuando hay qué cambiar sobre la marcha el planteamiento original, es cuando esta sociedad sin fisuras muestra su debilidad. Cada uno de los socios puede tener realidades diferentes en su vida particular que, les obligará a posicionarse de diferente forma ante las situaciones. Por más racional y comprensible que sea, si éstas situaciones no se han tenido en cuenta a la hora de elegir a los socios, cuando lleguen tiempos difíciles, las diferentes reacciones ante ellos serán razón de desencuentro y discusión. Pensar en escenarios de futuro desfavorables antes de asumir ningún compromiso con socios puede ayudar a planificar las mejores respuestas a situaciones adversas. El cierre de un negocio con pérdidas solo es peor cuando éste se da con socios. Las deudas, y más para el marco jurídico del autónomo, compartidas con socios pueden llegar a ser muy dolorosas económicamente y personalmente.
3.- Conviértete en un emprendedor competitivo: El emprendedor debe asegurarse de hacer una oferta competitiva que se diferencie de sus competidores. Los elementos diferenciadores pueden ser diversos, aunque los principales radican en los costos, así como en la calidad que ofrecen.
4.- Asume el liderazgo:
El emprendedor debe ser una persona responsable, que brinde ejemplo a sus empleados, así como a las demás empresas. He escuchado que algunas personas dicen: “yo soy empresario llego a las 11 de la mañana, gano dinero, y mira, estoy bien”, aparentemente puede ser, pero recordemos que para llegar al éxito no es así. También es importante la puntualidad y el trato humano, ya que forman parte de los elementos básicos para alcanzar el respeto con el que se inicia el liderazgo.
5.- Obtén la llave de la perseverancia: “El que persevera alcanza”, es una fase que cobra un mayor sentido en este punto. Frente a los retos que enfrentan los emprendedores mexicanos, el mejor antídoto es ser perseverante. “Cuando tú eres empresario te toca abrir, cerrar, barrer, comprar, vender, y es que al principio tú tienes que ser de todo”.
Hay dos puntos fundamentales que debemos de saber cuándo emprendemos un negocio.
1.- ¿Con qué información gestionas tu negocio?
Si la información ha sido clave para el diseño de la empresa, no lo ha de ser menos para su gestión diaria. La contabilidad es la fuente de información que utilizan las medianas y grandes empresas. Sin embargo, toda esa información para el autónomo impide saber qué le está pasando a nuestra empresa, y qué necesitamos cambiar para mejorar los resultados.
Búscate el medio que pueda ser más sencillo, una hoja de cálculo, un programa en la caja del comercio, un sistema de apuntes en fichas o una contabilidad para recoger la información de tu negocio y así poder saber en cada momento cuál es su realidad.
Es importante no confundir la cantidad de dinero disponible con los beneficios del negocio. Son dos espacios de gestión diferentes ¿Cuánto gano? ¿He cobrado lo que me deben para poder pagar mis gastos? Puedo estar ganando, pero no poder pagar, por no haber cobrado o al revés.
2.- ¿Conozco y cumplo toda la legislación vigente?
Las exigencias legales serán muy diferentes según cual sea la actividad económica. En el propio estudio, antes de comenzar, debemos recabar toda la información sobre las obligaciones que las leyes nos van a imponer, y que en numerosos casos implicarán gastos cuando no lleguen incluso a ser movido del cierre por incumplimiento. Las leyes no siempre contemplan la dimensión del negocio y no pueden perder todo el sentido desde cualquier lógica para un autónomo, para ello se deben de examinar y cumplirlas.

Emprender es una aventura genial, que puede aportar muchas satisfacciones, además de unos recursos económicos necesarios. Por eso mismo tenemos qué hacerlo conscientes de las exigencias que esto tiene y hacerlo bien.
- Didia Coutiño, Empresaria Chiapaneca.