
“Yo, al final, hago arte para mí”.
Nacido en 1954 en la ciudad india de Bombay –la actual Mumbai– en el seno de una familia de ascendencia punjabi, iraquí y judía, Anish Kapoor es indudablemente uno de los artistas contemporáneos más relevantes y aclamados de su generación. En su juventud se trasladó a Londres para estudiar artes plásticas en Colegio Hornsey de Arte y en la Escuela de Arte de Chelsea. Tras culminar sus estudios regresaría de visita a la India, lo que modificaría su visión estética gracias una nueva perspectiva de su tierra natal que se vería reflejada en una serie de esculturas de formas arquitectónicas orientales utilizando pigmentos en polvo, muy parecidos a los polvos de especias que se venden en los mercados de la india y que suelen ser de colores cálidos como el amarillo, rojo, marrón y naranja.
En las décadas de los ochentas y noventas, el trabajo de Anish Kapoor cobraría reconocimiento internacional gracias a sus obras e instalaciones biomórficas creadas a través del modelado de materiales como el granito, mármol, piedra caliza, aluminio y resinas, las cuales parecían desafiar la gravedad, la profundidad y la percepción. En 1991 fue galardonado con el Premio Turner por una obra sin título creada a base de piedra y pigmento exhibida en el Museo Tate Modern; sin embargo, el caso de Anish Kapoor fue excepcional, por ser quizás el único artista que ya era célebre internacionalmente al momento de recibir el reconocimiento.

A principios del Siglo XXI la obra de Anish Kapoor intenta borrar las barreras entre la arquitectura, el diseño y el arte a través de proyectos de creciente ambición y escala. Entre 2004 y 2006 vendría la escultura que lo catapultaría a la cúspide del reconocimiento internacional: su «Puerta Nube» o «Cloud Gate», instalada en la Plaza AT&T del Millennium Park en Chicago, Estados Unidos. También denominada como el frijol por la similitud de su forma, consiste en 168 placas de acero inoxidable unidas entre sí para formar una escultura de dimensiones monumentales de 10 metros de alto por 20 metros de largo por 13 metros de ancho y un peso de 98 toneladas. Las placas de acero fueron sometidas a un exhaustivo proceso de pulido para maximizar el brillo y reducir la visibilidad de las soldaduras. Convertida en una de las principales atracciones de Chicago, la Puerta Nube atrae a multitudes de turistas por su monumentalidad e ingenio, al retorcer en su reflejo el espacio alrededor de los rascacielos de la metrópolis. En particular, la zona interior de la nube denominada “el Omphalos”, es el lugar de observación con mayor distorsión del espacio.
En Nueva York instaló su primera obra monumental en el icónico Rockefeller Center en 2006. Asemejándose a un óculo en el espacio, como el que idearon los romanos en el domo del Panteón de Roma, el Espejo del Cielo o Sky Mirror constituye un espejo circular gigantesco de tres pisos de altura, provocando una anomalía en el paisaje urbano de la Gran Manzana. Con doce metros de diámetro, el gigantesco espejo cóncavo no es un espejo convencional, pues fue construido a base de acero inoxidable. Parece invertir el paisaje de Manhattan, traer a la tierra lo que es inalcanzable, regalándonos una vista del cielo que comúnmente ignoramos por fijar nuestra atención a los asuntos terrenales. Este objeto óptico que está siempre cambiando durante el día y la noche, es un ejemplo de lo que Kapoor escribe como un «no objeto», una escultura que, a pesar de su monumentalidad, sugiere una ventana o un vacío que a menudo se funde con sus alrededores. Años más tarde, volvería a exhibir un Espejo del Cielo durante su exitosa presentación de 2015 en el Palacio de Versalles, en París.



Los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 marcaron otro hito en la carrera de Anish Kapoor. Posiblemente inspirado en la Torre Eiffel de París, el artista diseñó una gigantesca torre de acero retorcido denominada «ArcelorMittal Orbit» para el Parque Olímpico de la capital inglesa. Aunque la torre se mantuvo cerrada a los visitantes de los juegos debido al miedo a un posible ataque terrorista, desde su reapertura en 2014 se han buscado formas de atraer a más turistas, tal como la instalación de un tobogán de 178 metros de largo, el más grande del mundo de su tipo que ofrece un emocionante viaje a toda velocidad de 40 segundos. A pesar de las críticas de muchos, en mi opinión la Torre Orbit constituye uno de los trabajos más sobresalientes de Kapoor. A diferencia de las torres convencionales que son estáticas con una estructura piramidal, la Torre Orbit nos proporciona una sensación de inestabilidad, de continuo movimiento. Se trata de una estructura que no tiene una sola fachada ni apariencia, sino que cambia radicalmente con la perspectiva, lo que exige más que un simple vistazo del observador, se requiere un análisis más concienzudo del público.
“Surge” es la más reciente exposición de Anish Kapoor, en la cual demostró una vez más la peculiaridad que tanto lo ha representado por más de cuatro décadas. La cera, piedra, acero y pigmento se apoderan de su muestra, jugando con diversas formas y tamaños. En la actualidad es uno de escultores más influyentes a nivel mundial, puesto que todas sus obras transmiten aspectos de la humanidad de forma abstracta.
Tall Tree & The Eye. Exposición «Surge». Marsyas.
Luz, reflejo, distorsión, perspectiva y movimiento, la obra del escultor Anish Kapoor parece desafiar nuestros sentidos, por lo que nos resulta tan llamativa y fascinante. Se trata de obras sin pretensiones ni narrativa que buscan la interacción y propia interpretación del observador; de hecho, cuando le preguntan acerca del significado de sus creaciones, frecuentemente Kapoor responde: «no tengo nada que decir».
Los artistas no hacen objetos, los artistas hacen mitologías
–Anish Kapoor.